Entre los años 1808 y 1810 gobierna Francisco Antonio García Carrasco; la muerte de Muñoz de Guzmán, a principios del año 1808, obligaba al oficial de más alto grado a tomar el mando, según la disposición real del año 1806 dictada por Carlos IV. La Real Audiencia soslaya esta disposición y entrega el gobierno a su regente, Juan Rodríguez Ballesteros.
Naturalmente, esto trae como consecuencia la reacción por parte del doctor Juan Martínez de Rozas, en Concepción, quien estaba a cargo del ejército de la frontera, él induce al brigadier García Carrasco a tomar el mando, de acuerdo a lo dispuesto en la orden real de 1806.
La Audiencia se ve forzada a reconocer a García Carrasco, lo que provoca la enemistad entre el gobernador y este organismo.
García Carrasco, un hombre de 65 años, había llevado una vida ruda, alejado del bullicio social y de sus compromisos, hecho que se notó en su gobierno porque la aristocracia se sintió soslayada. La aristocracia exageró su defecto y como Carrasco no era hábil político vio en la persona de Juan Martínez de Rozas un buen consejero, hombre rico, ilustrado e influyente socialmente.
La Audiencia no tenía buenas relaciones con los criollos y Rozas trata de ganarse a los criollos aumentando la importancia del cabildo agregando 12 regiones auxiliares. Es el momento en que llega la noticia del motín de Aranjuez en que Fernando VII reemplaza a Carlos IV; luego, viene la conferencia de Bayona y la sublevación del pueblo español contra Francia; como la formación de la Junta de Sevilla, en contra de la invasión napoleónica.
Acá en Chile se jura fidelidad al bien amado rey cautivo Fernando VII, en diciembre de 1808. Después de sucedidos estos hechos viene la consecuencia de un asalto llevado a cabo en octubre de 1908, se trata del asalto de la Scorpion - fragata contrabandista inglesa - en donde se apoderan de mercaderías y de paso matan a su capitán; todo esto ocurrió en complicidad con Carrasco y Rozas, incluyendo el reparto del botín. Se supo y con ello Rozas debe partir a Concepción antes que el asunto pase a mayores; Carrasco queda solo.
Mientras, en España se había logrado el retiro de lo franceses de Portugal (batalla de Bailén), el monarca había pasado de Francia a España recuperando Madrid. Se crea una junta Central que desea a los americanos y para ello les da representación en las Cortes de Cádiz, aunque sólo es una persona por cada virreinato o capitanía general. Esto, en enero de 1809.
Carlota Joaquina de Borbón, princesa hermana de Fernando VII y divorciada del príncipe regente de Portugal, Juan, que a su vez se encontraba con su corte en el Brasil ante la invasión de los franceses. Pidió, ella, que se le reconociera como regente ante el cautiverio del legítimo rey; la idea no tuvo mayor trascendencia en sí, pero sirvió como resquicio a, los enemigos del gobernador Carrasco para acusarlo de Carlotino y, con ello, traidor de Fernando VII.
En estos momentos encontramos dos grupos claramente definidos. Por una parte los sarracenos o realistas fieles a la tradición y al rey, por otro lado, los patriotas que no pensaban aún en la independencia, sino en el reemplazo del gobernador por una junta integrada por ellos mismos y que mandaría en nombre del rey. Decían que la Junta Central no tenía derecho a gobernar sobre América, ya que ésta estaba vinculada al monarca y no a la nación española, por ello era preciso convocar a Juntas propias mientras volviera el legítimo soberano.
Como la Junta Central española había propuesto dar representación a un diputado, acá ni los criollos ni el gobernador se interesaron en nombrar representante, sólo en 1810.
En Chile el foco de movimiento juntista era la casa de Rozas en Concepción y, en Santiago, la casa de algunos aristócratas en que destaca José Antonio de Rojas. El movimiento contaba con algunos patriotas argentinos tomando contacto con los de Buenos Aires.
Carrasco hizo apresar a Rojas, al procurador Juan Antonio Ovalle y al abogado Bernardo Vera y Pintado, remitiéndolos a Valparaíso para su envío al Perú, pasando a manos del virrey Abascal. Esto provocó la reacción de la aristocracia. El Cabildo y la Real Audiencia, junto al clero piden la remisión de los presos y que sean juzgados acá; consiguieron la revocación da la orden, hecho que no aplacó los ánimos y los patriotas se declararon abiertos a un cambio de régimen, junio de 1810.
Este era el clima cuando se recibe la noticia de la deposición del virrey Cisneros (B. Aires) el día 25 de mayo; un grupo de criollos convoca a una junta de gobierno que asume el mando del virreinato.
Carrasco, temiendo que sucediera lo mismo, solapadamente envía a los presos al Perú y esto provoca la ira de sus enemigos ; los criollos ricos arman a la gente de la capital y a los inquilinos de sus haciendas. De esta forma Carrasco es obligado a renunciar y toma el mando el brigadier Mateo de Toro y Zambrano ante una asamblea de los miembros del cabildo, con presencia de altos miembros militares y milicias, el 16 de julio de 1810.Toro y Zambrano, conocido como Conde de la Conquista, dejó conforme a los realistas y patriotas moderados, mas no a los que aspiraban a la formación de una junta y, por ello, trabajaron en sacar al viejo gobernante de la influencia realista. Zambrano con 83 años, de carácter débil y poco entendido en asuntos públicos era blanco de los dos bandos que buscaban manipularlo; él por su parte, trataba de complacer a ambos bandos. Los realistas logran que reconozca la Regencia de Cádiz que se había formado en reemplazo de la Junta Central. Los patriotas, por su parte, seguían agitando, es el caso de Bernardo O'Higgins y el doctor Rozas en Concepción, mientras en Santiago lo hacía la familia de los Larraín conocida como "los ochocientos"; los realistas no dejaban que los criollos patriotas conversaran con el gobernador.
Empieza a circular el catecismo político cristiano que se supone provenía del otro lado de Los Andes y que llamaba a formar juntas en nombre del rey Fernando VII.
Los patriotas tuvieron, en José Gregorio Argomedo y Gaspar Marín, dos buenos abogados con influencia frente a Zambrano y ellos lograron que los jefes de tropa fueran hombres de causa patriota, a esto se suma la milicia hacendada y, finalmente logran la autorización para convocar a un cabildo abierto al día 18 de Septiembre; derrotados los realistas y la Audiencia.
El cabildo abierto tuvo cuidado de no invitar a los realistas, pero como era abierto invitó a aquellos que se encontraban ausentes de la ciudad o enfermos; se abrió con 450 personas, mientras tropas y milicias montaban guardia. Se eligió como presidente al mismo Conde de la Conquista; como vicepresidente al obispo de Santiago José Antonio Martínez; como vocales Juan Martínez de Rozas, Fernando Márquez de la Plata, Ignacio de la Carrera, Juan Enrique Rosales y el Coronel Francisco Javier Reina, y dos secretarios, los doctores Argomedo y Marín.La Primera Junta Nacional de Gobierno dura hasta el año siguiente 1811, crea nuevos cuerpos militares y reorganiza las milicias para prepararse ante la posible intervención del virreinato, para ello suspendió la construcción de obras públicas y aumentó los impuestos para la compra de armas. Luego convoca a elecciones de un Primer Congreso Nacional a pesar de la falta de preparación política del país; establece la libertad de comercio y establece relaciones con los patriotas argentinos, para unirse en caso de ataque realista.
El bando realista que permanecía alerta, a pesar de estar excluido de la junta, propicia, el primero de abril, día de las elecciones en Santiago, un motín en la persona de Tomás de Figueroa que exigía la disolución de la junta; fue un total fracaso. Figueroa muere sin dar nombres de responsables, pero igual se culpa a la audiencia y se le suspende en Junio de 1811.
La junta en sí estaba dividida; Rozas, un autoritario por naturaleza, empezaba a chocar con la aristocracia que no veía con buenos ojos los gobiernos personalistas y se inclinaba por un sistema de juntas, asambleas y cabildos. Además la política pro - Argentina de Rozas no era bien vista, especialmente si Rozas por enviar contingentes a Argentina dejaba debilitado nuestro territorio. Por último, los agricultores querían evitar una guerra que comprometería el comercio triguero con el virreinato.
Junto al fusilamiento de Figueroa viene una división entre Rozas y la aristocracia que vio en esto una medida extrema y se reflejó en la elección de los doce diputados por Santiago, ya que los doce escaños fueron ganados por la aristocracia opositora; a pesar de todo, Rozas contará con el apoyo de los Ochocientos. El 4 de Julio se constituye el congreso, sus miembros sostienen la religión católica, obediencia a Fernando VII y defender el reino contra cualquier enemigo; en el congreso hubo 24 diputados de 42 en total, mientras que los exaltados eran 14 diputados. Esta minoría exaltada decide tomar por la fuerza el congreso y prestar su colaboración a los hermanos Carrera, ya que Juan José y Luis tenían el mando de parte de la tropa. Viene el golpe y tras él se designaba una junta de gobierno de cinco vocales: Rosales, Juan Mackena, Rozas, Calvo de Encalada y Marín; presidente fue Joaquín Larraín, el 4 de Septiembre.
Introdujeron varias reformas como es la creación de una tercera provincia (Coquimbo) y se reemplazó la Audiencia por un tribunal de Justicia; se atribuyó el derecho de patronato de los reyes, suprimió los derechos parroquiales y estableció un sueldo para los curas exigiendo a las autoridades eclesiásticas que reconocieran el nuevo orden. Manuel de Salas influye hasta que el Congreso dictamina la libertad de vientre, declarando libre a todos los hijos de esclavos nacidos en el país lo mismo para el que ingrese a nuestro país por más de seis meses.
En este momento gobiernan los Ochocientos, en Santiago y Rozas, en Concepción donde tenía su propia junta de gobierno, pero ninguno de los dos seguiría contando con Carrera.
Carrera da un segundo golpe militar en Noviembre de 1811 y reemplazó la junta por una compuesta de tres miembros: Carrera por Santiago, Rozas por Concepción y Marín por Coquimbo. Al estar ausente Rozas es reemplazado por Bernardo O'Higgins diputado al congreso y amigo de Rozas. Mientras, Carrera derrota al grupo de los Ochocientos disolviendo el congreso; O'Higgins y Marín renuncian por esta causa. Carrera, dueño de Santiago, marcha contra Rozas, lo vence y destierra a Mendoza en donde fallece en 1813: mientras la aristocracia castellano vasca daba a esto el carácter de luchas entre familias.
La dictadura de Carrera acontece entre los años 1811 y 1813. Impulsó la revolución hacia la independencia actuando como jefe de un estado soberano; por ese afán de dominar cometió el error de perseguir no sólo a los realistas, sino también a los patriotas. Durante 1812 se publica la Aurora de Chile a cargo de Camilo Henríquez y con la valiosa colaboración de Manuel de Salas, Antonio José de Irisarri y el doctor Bernardo Vera y Pintado. Establece relaciones con los Estados Unidos y llega como representante comercial de aquel país don Joel Robert Poinsett, portador además de ideas emancipadoras; crea una bandera nacional en uso hasta 1814; aprobó un Reglamento Constitucional en 1812 que respetaba aún como soberano a Fernando VII y, en su nombre, gobernaría una junta de tres miembros, con un Senado y la mantención del Cabildo. Descuidó la preparación militar, ya que el ejército había sido desmoralizado por la cantidad de pronunciamientos de tipo militar, jóvenes sin preparación y el retiro de jefes experimentados.El virrey Abascal veía la libre actuación de Carrera y envía a Chile una expedición al mando de Antonio Pareja en 1813. Carrera fue designado general en jefe ante las circunstancias y debía defender la línea del Maule ya que se daba por perdida la provincia de Concepción.
En ese mismo año de 1813, se declara la libertad de imprenta con el reemplazo de La Aurora por El Monitor Araucano. Se funda el Instituto Nacional, al fusionarse los cuatro establecimientos que existían en Santiago al finalizar la colonia, a saber, la Universidad, la Academia de San Luis, el Convictorio Carolino y el Seminario Conciliar. La Universidad de San Felipe sólo quedó para efectos de colocación de grados.
Creación de la Biblioteca Nacional sobre la base de unos cinco mil volúmenes con que contaba la Universidad y que casi todos le habían pertenecido a los jesuítas. Su primer director fue Manuel de Salas.
A comienzos de 1813, desde el Perú, parte una expedición que envía el virrey Abascal a cargo de Antonio Pareja, la cual desembarca en Chiloé sin problemas, ya que tanto la isla y Valdivia eran realistas de causa, por lo que equipó más de 2.000 hombres con los cuales viene hacia el norte desembarcando en San Vicente (bahía de Talcahuano) en donde eleva a 5.000 su contingente, la opinión pública de esos lugares estaba con él, debido al descrédito de la lucha entre Carreristas y Rocistas en el año 1812.
Carrera y sus tropas se acantonan en Talca, cuenta con la ayuda de Juan Mackenna, hombre de gran capacidad militar y de Bernardo O'Higgins, que es un guerrero inexperto. Así, el ejército llegó a contar con 4.600 hombres en su mayoría milicianos sin gran preparación.
El primer encuentro es el de Yerbas Buenas cerca de Linares, Pareja no alcanza a pasar el río Maule, porque su contingente chilote se niega a venir más al norte; decide encerrarse en Chillán donde muere en 1813 en el mes de mayo. Sitiados en Chillán, al mando de Juan Francisco Sánchez, resistieron ayudados por las inclemencias del clima y se pone fin al sitio un día 10 de agosto. En la batalla de Roble, Carrera es atacado por sorpresa y huye a nado por el Itata para salvar su vida. Reorganiza el ejército O'Higgins y logra rechazar a los realistas; este incidente deja a la cabeza del ejército a O'Higgins, mientras la guerrilla realista toma prisioneros a los hermanos José y Luis Carrera, llevándolos a Chillán.En enero de 1814 llegan 800 soldados de refuerzo realista, tomando el mando el brigadier Gabino Gaínza; los realistas toman Talca y los capitalinos se amedrentan nombrando director supremo al coronel Francisco de la Lastra, ya que O'Higgins y Mackenna se encontraban en el sur y Gaínza avanzaba sobre Santiago. Al sur del Maule se encontraba O'Higgins y Mackenna que ven mermados sus hombres, por los combates de Quilo, Membrillar y Quechereguas; después del rechazo de Gaínza en Quechereguas en abril de 1814 la causa se resiente ante el asedio realista. La caída del sur en manos realistas y la falta de dinero producen desaliento junto a lo poco fructífera que se presenta la campaña.
Por esos días llega el comodoro inglés Hillyar diciendo que el virrey desea tratar con los insurgentes de Chile, Lastra acepta y envía a O'Higgins para que trate con Gaínza, éste agotado también se muestra dispuesto a pactar; el tratado es firmado a orillas del río Lircay el 3 de mayo de 1814. Los patriotas reconocían su dependencia de España, pero conservarían el derecho de gobernarse por sí mismo, Gaínza se compromete a retirarse en un plazo de 30 días, pero se queda esperando refuerzos para reiniciar las hostilidades. En el tratado se estipulaba la entrega de los hermanos Carrera, pero éstos escaparon de Chillán ayudados por algunos realistas, llegan a Santiago sublevando al ejército e instaurando un nuevo gobierno; O'Higgins entonces marcha sobre Santiago desencadenando la guerra entre ambos bandos. Carrera lo repele al sur en la batalla de Tres acequias, donde empieza a prepararse para una nueva ofensiva.
Abascal desconoce el tratado de Lircay y envía a Chile a Mariano Osorio. Los bandos se unen por las circunstancias, Osorio con 5.000 hombres pone sitio a Rancagua con O'Higgins y Juan José Carrera contando con 1.700 hombres, O'Higgins con trescientos hombres cargó contra los realistas logrando huir de una muerte segura. Se inicia la huída a Mendoza a través de la cordillera nevada.
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