En 1993 es elegido candidato a la presidencia de la República por la Concertación de Partidos por la Democracia. En las elecciones presidenciales se presentan seis candidatos, Frei salió elegido con el 57,9% de los votos, máxima mayoría histórica en Chile. La segunda mayoría la obtuvo Arturo Alessandri Besa (nieto de Arturo Alessandri Palma) con el 24,3% de los votos. El 11 de marzo de 1994 Frei asumió la presidencia, sucediendo a Patricio Aylwin.Entre sus obras se destaca el proceso de modernización económica y el nuevo acercamiento al mundo por parte de Chile, así como un crecimiento económico durante 1994-1997 con promedio de 8% del PIB. En este ámbito se produjeron avances como la firma de tratados de libre comercio con Canadá, México y los países de Centroamérica, la incorporación de Chile como miembro al Mercosur, a la Organización Mundial de Comercio y a la APEC.
Además su Gobierno se propuso lograr mejoras en educación, obras públicas (se inicia el plan de concesiones al sector privado de carreteras, puertos y aeropuertos, dotando a Chile de una moderna infraestructura), en salud, combatir la pobreza y hacer reformas a la Constitución de 1980, destacándose en este punto, el inicio de la Reforma Procesal Penal, que constituye uno de los mayores cambios a la justicia en la historia del país.
La construcción de represas para el aprovechamiento energético fue otra de las características del gobierno de Frei, tales como la Central Ralco y Colbún.
Su gobierno no estuvo exento de dificultades, entre otras por las crisis económicas extranjeras que repercutieron en Chile, como la Crisis asiática y el Efecto Tequila; y por el revuelo que causó la detención del general Pinochet en Londres y su posterior proceso de extradición a España en 1998 por la violación a los derechos humanos durante la dictadura. Sin embargo, en 2000, el ministro del interior británico, Jack Straw, puso en libertad a Pinochet por razones humanitarias.
La figura política de Frei decreció a medida que avanzaba su gobierno, la opinión pública nacional lo reconoció como un gobernante más bien débil que no estaba a la altura de su padre Eduardo Frei Montalva y fue muy criticado por la oposición debido a sus viajes constantes al extranjero con el fin de firmar tratados de libre comercio, y sus intereses personales en la construcción de las centrales eléctricas antes mencionadas, vinculadas a la multinacional ENDESA España.
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