
Mientra la escuadra barría con las naves realistas, en el sur del país los españoles que lograron salvar de Maipú, cuando el comandante argentino don Antonio Gonzalez Balcarce no hizo la persecusión final por falla de sus subalternos que eran de las mas dispares nacionalidades y con dificultades idiomaticas para entenderse entre franceses, italianos, polacos, alemanes, ingleses, austriacos, rusos e irlandeses.
Esta verdadera legión extrangera no tenía idea de la existencia de los fieros araucanos que ahora, se unirian a sus centenarios enemigos que les otorgaban un sueldo por ser cacique y otro por aprender el idioma español y recibir el pomposo titulo de “Lenguaras” (interprete) llegando a hacerse compadres entre indios y españoles, permitiendoles así trabar una amistad, que a los chilenos al mando de Freire en Concepción, no se les pasó por la mente poner en practica, por lo atareado que los tenía la guerra contra el dominio realista. Esta situación hizo creer a los indios que su situación era tremendamente mejor al lado de los españoles y por eso la mayoría se puso de su parte. Cuando Gonzales Balcarse acompañado por un agente de enlace elegido por San Martin vio al último realista cruzar el Biobio, dio por teminada su misión y se devolvio a Santiago.
El enlace o lenguaras era nada menos que un verdadero chacal llamado Vicente Benavides, que actuaría al reves de lo planeado por el general San Martin y apenas se vio solo con los mapuches, les inculcó el odio por los patriotas, azusandolos de tal forma que los puso en pie de guerra. Este ser nacido en Quirihue era hijo del alcaide de la carcel local, cayo prisionero de los patriotas en Membrillar y en un intento de fuga , se le sentencio al fusilamiento del que se salvó al recibir solo un sablazo en la mandibula al ser rematado. Consiguio el perdon y se ofrecio de lenguaras. Freire advirtio a O´higgins que la guerra estallaría en cualquier momento y el tenía pocos hombres y mal apertrechados. Solo dias despues el 21 de febrero de 1819 las ordas mapuche-realistas asaltaron simultaneamente Santa Juana le


seguirian luego Los Angeles, San Pedro, Talcamavida, Rere, Yumbel, Hualqui, Penco, hasta que todo el territorio que va desde el Itata al Cautin se convirtio en un volcan.
Los primeros días de marzo de 1819 cuando el jefe de la plaza de Los Angeles hacia una batida contra los indios se prentó una columna de mas de 1.000 indios al mando de Vicente Benavides (el agente de enlace, encargado de apaciguar a los indios) para atacar la ciudad de Los Angeles, pero fue rechazado por el batallón Coquimbo que la guarnecia. En represalia Benavides incendio las cementeras vecinas, se robó el ganado y degolló a cuatro ancianas que no alcanzaron a refugiarse en la empalizada.
Cuanta razón tenía Freire de la gravedad de la situación, que reunio a la población de Concepción, para informarle de las medidas que se debian tomar. Entre ellas la de devolver la esposa de Benavides doña Teresa Ferrer, que estaba detenida allí a cambio de la libertad de un oficial detenido por este. Benavides aceptó el canje pero dejo detenido a los soldados que le acompañaban, Freire le ofrecio indultar a todos los rebeldes, encomendando la misión al teniente Ribero, quien fue recibido con gran muestra de amistad por Benavides que lo invitó a cenar y como el renegado era gran bebedor, pronto se emborrachó e hizo descuartizar a sablazos al teniente Ribero.

Al otro día envio una carta a Freire diciendo que lamentaba en el alma el hecho de que los indios salvajes asesinaran al joven oficial. Mas el mensajero astiado de tanto crimen y maldad de Benavides desertó y contó la verdad a Freire, quien salio en el acto para caer sobre el campamento del montonero situado 10 kilometros al sur de Santa Juana en el lugar llamado Curalí el dia 24 de abril de 1819 donde pasó por las armas a todos los sublevados. Con la suerte que tiene todo malvado a Benavides lo salvó la velocidad de su caballo. El 18 de septiembre la guerrilla de Benavides ocupaba Chillan aprovechando que gran parte de su guarnición andaban en Tucapel en busca de los renegados, de regreso a la altura de Quilmo se enfrentaron con la guerrilla de Gervacio Alarcon que retornaba a su guarida despues de asesinar pobladores de Chillan y aquí tuvo su recompensa al ser casi exterminado por los patriotas, que le aplicaron las tecnicas de Benavides, consistentes en no perdonar la vida, ni a los heridos, ni prisioneros quienes eran fusilados o sableados.
El salvajismo de los renegados realistas en la guerra a muerte era apoyada por el virrey para impedir el éxito de la expedición libertadora al Perú. Entre tanto Freire le reiteraba a O´higgins la petición de ayuda para el ejercito que sin armas, ni municiones, como podía se
defendia de las montoneras. ¡Me tengo que andar escondiendo de mis soldados, porque me averguenza ver su desnudez y miseria!. Entre tanto Benavides apenas se repuso del susto pasado en Curalí lanzó un ataque relampago sobre Hualqui y luego se lanzó sobre Los Angeles en donde fue rechazado por las fuerzas del coronel Alcazar que hizo ahorcar al lenguaras del cacique Mariluan y en Yumbel el capitan Manuel Quintana al mando de 111 hombres rechazó a otra partida de montoneros muchas y graves bajas.
En esos días se envio a don Manuel Bulnes a limpiar de bandoleros el Departamento de Coelemu en donde este joven oficial derrotó a fieros montoneros como eran los Chavez, Contreras, y Pereira en brillantes acciones como las de Queltreu y Las Lanzas, exitos que valieron ser nombrado gobernador de Florida donde capturó al temido montonero José María Pereira, que tenía orden de ser fusilado donde se le encontrara. Sin perder un minuto Bulnes cumplio la orden. Mientra los comandantes Viel y O´Carrol daban batidas por los campos donde el bandidaje surgía.
El 19 de septiembre de 1820 el audaz soldado español don Juan Manuel de Picó asaltó Yumbel y escapó seguido por las fuerzas patriotas y cuando esta ya lo alcanzaban repentinamente se devolvio sorprendiendo a los perseguidores que en solo 15 minutos los derrotó totalmente salvando a duras penas Viel y De La Cruz, en cuanto a O´Carrol que comandaba a los patriotas fue hecho prisionero y por su condición de extranjero (irlandes) se cumplio una orden dada por el rey de España en 1817 por la cual todo extranjero que sirviera a la causa de América, debía ser fusilado en cuanto fuera detenido. La sentencia se cumplio a pesar de que O´Carrol lucía una condecoración por haber luchado al servicio del rey que lo hacia fusilar. Así culminó la batalla de Pangal, que fue un duro revez para las fuerzas patriotas que tuvieron 302 muertos contra seis de los realistas aquella tragica jornada del 23 de septiembre de 1820. De inmediato. Pico y Benavides unieron sus fuerzas y se lanzaron sobre Los Angeles al mando de mas de 1.500 insurgentes e indios sedientos de pillaje.
Entre tanto don Andres Alcazar que comandaba los 400 desfensores de Los Angeles recibio la orden de replegarse a Chillan dada la abrumadora superioridad del enemigo, pero él desconociendo lo sucedido en Pangal desidio ir al encuentro de O´Carrol y Viel para reunir sus fuerzas y hacerse fuertes en Yumbel. Su columna de soldados y la población de Los Angeles se aprontaban a cruzar el río Laja por el vado de Tarpellanca aprovechando que en el centro del cauce habia una pequeña isla que facilitaba cruzarlo y fue en ese punto donde lo sorprendieron los montoneros y tras cañonearlos por horas, surgio una negociacion que por supuesto Benavides no cumplio y ordenó a sus parciales cometer las mas horribles depredaciones. El comandante don Andres Alcazar fue lanceado en venganza por haber hecho ahorcar al lenguaras del cacique Mariluan. (El lanceamiento consistia en formar una rueda de jinetes indios a caballo, rodeando al prisionero y al son de trutruca se le ensartaba en las lanzas tirandolo por los aires y dejandolo caer. Esto se repetia cuantas veces fuera necesario para dar muerte al prisionero en esta forma tan barbara).
Confiados en los exitos los montoneros se fueron sobre Concepción
obligando a Freire a retirarse a Talcahuano donde esperaron la llegada de 1.050 hombres de todas las armas que mucho costó reunir, porque la inmensa mayoría de las tropas viajaban al Perú en la escuadra libertadora y el inescrupuloso proveedor Antonio Arcos fue el encargado de enviar por mar 30 barriles de polvora, a 26 de los cuales él malvado individuo mescló con escoria y ladrillos molido.
Don Joaquín Prieto Vial fue nombrado jefe de las fuerzas que marcharon al sur con la orden de no cruzar el río Maule. Entre tanto los desesperados hombres de Freire debian ir a buscar el pasto para los animales a las Vegas de Talcahuano bajo la acechanza de los montoneros.
A primera hora del 25 de noviembre de 1820 cuando Benavides venia a dar su diaria demopstración de poder. Como una tromba salieron de la empalizada los 800 jinetes chilenos que pillaron por sorpresa a los renegados que emprender la fuga, dejando mas de 200 muertos .
Dos días despues de la victoria de las Vegas de Talcahuano los patriotas marchaban a Concepción, los realistas se dispusieron a recibirlos en los cerros de Gavilan y Chepe, poniendo al batallón Coquimbo al centro (los coquimbanos estaban cautivos de Benavides desde Tarpellanca) y aquí le devolvieron la mano al renegado, al pasarse al lado patriota dando un vuelco a la batalla con el grito de ¡Viva la Patria! y lanzandose a la carga de bayoneta se plegaron a la lucha con arma blanca, que aniquiló a 500 enemigos. El propio Benavides huyó por La Alameda de Concepción, cruzó el Biobio refugiandose entre los mapuches.
El incansable Benavides despues del susto sufrido en la capital penquista se rearmó al asaltar a los buques de diversas nacionalidades en la isla Santa María propuso una frontera por el curso del Biobio dejando para el rey desde allí al sur, lo cual rechazó Freire. Entonce Benavides asoló Puren, Santa Barbara, Los Angeles, Nacimiento, Tucapel y Antuco para continuar a Chillan donde lo rechazó Prieto, el montonero antes de cruzar rumbo al sur el Biobio incendio Yumbel. Prieto se dio cuenta que los guerrilleros estaban astiados de su vida nómade y lanzó por su cuenta una proclama que atrajo a muchos realistas a su causa.
Luego se dirigio a Concepción a subrogar a Freire que fue a Santiago a exigir ayuda. Así llegó el 7 de octubre de 1821 en que Benavides tituveó en marchar a Cauquenes o Chillan se interno en la quebrada de Cato y cuando regresaba fue atacado por sorpresa por la avanzada de Prieto al mando de don Manuel Bulnes que lo hizo emprender la fuga rumbo a Arauco, siendo alcanzado en Las Vegas de Saldía y practicamente cazado en la noche del 9 al 10 de octubre, sin que los patriotas sufrieran una sola baja., en cambio Benavides se indispuso con sus hombres para siempre. Asi se eclipsó su estrella de antimateria y debió ocultarse de los indios de Mariluan y del comandante español Carrero. Como él se habia proclamado “Representante de la cuarta parte del universo” en alusión a los dominios del imperio español. Ahora su salvación fue un lanchón que lo llevo de su guarida de Lebu a la solitaria caleta de Topocalma donde cayó prisionero de unos campesinos y llevado a Santiago, donde tras un juicio por sus crimenes se le ahorcó el 23 de febrero de 1821.
Si San Martin vio caer su prestigio por culpa de su ministro Monteagudo,
Bernardo O´higgins, leal amigo de San Martin siguio sus mismos pasos al escuchar los consejos de su ministro José Antonio Rodríguez Aldea, hombre que nacio en Chillan y sirvio a la causa realista , ocupando los mas altos cargos hasta 1817 y que en forma increible, cinco años despues era el brazo derecho del Director Supremo de Chile. y a vista y paciencia de él era que a Freire se le enviaba polvora mesclada con escoria y ladrillo molido. pero cuando su desfachates colmo los animo, ocurrio el día que nombró como convencional de Los Angeles a su primo Agustin Aldea. Este señor don Agustin Aldea era nada menos que el consejero y uno de los oficiales mas crueles del renegado Vicente Benavides y entre sus tropelias figuraba el de ser el autor personal del incendio y saqueo de la misma ciudad de Los Angeles a cuyos habitantes representaría hoy, tan solo dos años despues de caer prisionero de los patriotas en Concepción.
A raiz de estas y otros arbitrios del omnipotente ministro Rodriguez Aldea, el prestigio de O´higgins decaia día a día y el del general Freire se alzaba como su digno reemplazante.
Entre tanto la Guerra a Muerte continuaba y el 27 de noviembre de 1821 Bulnes al mando 600 soldados se trabó en Huarilarco en una feroz batalla con los montoneros al mando del coronel Picó, obligandolos a huir hacia Mininco donde trataron de hacerse fuertes, pero igual sufrieron otro reves . Estos triunfos animaron a Bulnes a seguir hasta el río Cautín donde se enfrentó en brutal combate con las fuerzas del cacique Curiqueo que estaba de parte de los realistas y que tambien sufrio una terrible derrota. Luego se dieron batidas a distintos puntos de Cautín y se fortalecieron las fuerzas del cacique Benancio Coiñepuan que estaba al lado de los patriotas y era enemigo declarado de los españoles. Cumplidas estas misiones de guerra las fuerzas de Bulnes se retiraron a Nacimiento a pie, ya que el hambre los obligó comerse los caballos y sus raidas ropas la cambiaron por la de los indios y montoneros muertos.
Los reveses sufridos por los realistas llevó al fiero cacique Mariluan a pedir la paz. En respuesta a su gesto Bulnes le devolvio a una de sus mujeres que estaba prisionera en Nacimiento y retornó a Concepción donde su miserable apariencia, los defensores de la ciudad los confundieron con montoneros y estuvieron a punto del enfrentamiento, el que se evitó cuando los vigía divisaron el estandarte, que no era otro que el paballón chileno.
Dos meses permanecieron en la ciudad estos valientes, antes de salir a cumplir otra misión al sur del Biobio en persecución de los montoneros cuyas asonadas dejaban un reguero de sangre, lagrimas y cenizas. Su destino fue el fuerte de Nacimiento, hasta que supo que el coronel español don Vicente Bocardo estaba acampado en las cercanías de Quilaco.
Freire pidio a Bulnes que saliera de Nacimiento y don Clemente Lantaño que hiciera lo mismo desde Tucapel. Asi ambos contingentes por distintos caminos, envolverian a las fuerzas de Bocardo obligandolas a capitular.
El 23 de diciembre Lantaño llegó a Santa Barbara quedando separado de Bocardo río por medio y a gritos le ofrecio el indulto. Pero el temor a los indios del cacique Coliman le impedía aceptar. Dos días estuvieron en conversaciones inutiles, pero cuando llegaron las fuerzas de Bulnes por la retaguardia, dejandolo cercado y sin escapatoria. Acepto en el acto la propuesta patriota. Bocardo y sus hombres cruzaron en balsa el Biobio para capitular y fueron llevados a Tucapel para protegerlos de la furia de Coliman, que lanzandole mil amenazas se retiró a la montaña, perseguido por los patriotas.
Con la rendición de Bocardo las fuerzas nacionales se dedicaron a la persecución de los realistas que al mando del coronel Picó daban desesperados golpes en diversos puntos para no ser capturado. Finalmente acamparon en Pile para resistir a la columna de Bulnes que el 9 de de abril de 1822 les dio alcance y tras un violento combate los realistas fueron eliminados sin contemplación. Poniendo fin con esto a la presencia realista en la Araucanía. Vendrian algunos meses de paz alterados por la abdicación de O`higgins y su reemplazo por don Ramón Freiré, para que surgiera nuevamente el temor en el sur, cuando los tres hermanos Pincheira sucedieron a Benavides.
Aunque estos bandidos no eran buenos organizadores, asolaron un basto territorio sembrando el terror con su sistema de atacar y refugiarse en cuevas que tenían en la cordillera, llegando a amenazar a Santiago mas de una vez con sus ordas de delicuentes que coparon San José de Maipo., obligando al ejercito al mando de don Juan Manuel Borgoño a perseguirlos hasta su guarida ubicada en la confluencia de los ríos Malbarco y Neuquen y como las andanzas de los bandidos seguian , se planificó atacarlos por tres frentes distintos. Bulnes cruzaría la cordillera por el paso de Longaví, Carrero por Maquivito y Beauchef por el Boquete del Maule, el resultado fue negativo porque los Pincheiras avisados por sus centinelas huyeron a perderse.
En 1828 Bulnes volvio al ataque pasando ahora por el paso de Antuco encontrandose de improviso con el grupo de indios encargados por Pincheira de transportar los robos a los cuales la caballería destruyó y otra vez los Pincheiras se les escabuyeron del campamento de Alhoy Malal. En 1831 salio una nueva expedición guiada por un estratega llamado Guillermo Rojas que cayó por sorpresa sobre el campamento de Roble Huacho y fusiló a Pablo Pincheira y varios de sus hombres, Bulnes entre tanto tuvo el mismo éxito en la laguna de Pulanquen donde en una feroz batalla los indios perdieron tres caciques y huyeron junto a José Antonio Pincheira, quien tiempo despues al verse solo se fue a entregar a Chillan, los indios pidieron la paz y devolvieron a los cautivos que llegaban al numero de 20.000 personas.

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