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martes, 6 de julio de 2010

Oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura




Las oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura son dos antiguas oficinas salitreras, abandonadas en la actualidad, ubicadas en la comuna de Pozo Almonte, I Región de Tarapacá, en Chile.

Ubicadas a 48 kilómetros al este de la ciudad de Iquique, son monumentos históricos y, desde el 25 de julio de 2005, son Patrimonios de la Humanidad de la Unesco y están incluídas en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro. Ambas salitreras, aunque originalmente funcionaron de forma separada, son en la actualidad el principal reflejo del período de esplendor y contrastes que vivió la región entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Santa Laura, en su mejor período, contó con una población de 425 habitantes, mientras que Humberstone sobrepasó los 3.500 habitantes

La compañía de extracción de nitratos de Guillermo Wendell fundó, en 1872, la oficina salitrera de Santa Laura. Su propietario el limeño Abraham Guillermo Wendell Tizon obtuvo en concesión de 100 estacas del gobierno del Perú para operar en Cala Cala y otras zonas. Ese mismo año, James Thomas Humberstone crea la "Compañía de Nitratos del Perú", fundando la "Oficina La Palma". Ambas oficinas comienzan un rápido crecimiento, convirtiéndose rápidamente en bullantes pueblos caracterizados por bellas obras arquitectónicas de estilo clásico inglés.

La Palma se convierte en una de las mayores extractoras de salitre de toda la zona de Tarapacá; por el contrario, Santa Laura funciona parcialmente debido a bajas expectativas productivas, por lo que en 1902 pasa a manos de The New Tamarugal Nitrate Company. En 1913, Santa Laura paraliza sus trabajos hasta 1920, año en que se implementa el sistema de extracción Shanks que mejora los rendimientos de la oficina. Este proceso se realiza entre 1918 y 1920, bajo la dirección del constructor William J. Clayton, para la “London Nitrate Co. Ltd”. La planta de elaboración proviene de Taltal, en la actual Región de Antofagasta y pertenecía a la planta salitrera de la “Lilita Nitrate Co.”, y que se llamaba, precisamente, Oficina “Lilita”, paralizada desde 1914, por lo cual no se trata de la muy próxima Oficina “Ghisela”, que suele ser considerada la “máquina” que llega a constituir “Santa Laura”.

Sin embargo, el modelo económico colapsa con la Gran Depresión en 1929 y a causa del desarrollo de la producción sintética de amoníaco por los alemanes Fritz Haber y Carl Bosch que permite la producción industrial de fertilizantes. Prácticamente en quiebra, La Palma y Santa Laura son compradas por Cosatan (Compañía Salitrera de Tarapacá y Antofagasta) en 1934. Cosatan, en honor a su fundador, renombra a La Palma como "Oficina Santiago Humberstone". La empresa está empeñada en lograr que el salitre natural pueda competir en los mercados internacionales por lo que desarrolla un plan de modernización en Humberstone que permite que se convierta en la más exitosa oficina hasta 1940 cuando logra su período de máximo esplendor.

Con el pasar de los años, la era dorada de Humberstone se comienza a apagar rápidamente, llevando a una aguda crisis a COSATAN, la que lleva a su desaparición en 1958 y el abandono de ambas oficinas en 1960. En 1970, convertidas en dos pueblos fantasmas en medio del desierto de Atacama, son nombradas monumentos nacionales y comienzan a ser exhibidas a turistas. En 2005 son declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

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